martes, 26 de diciembre de 2017

García Margallo y el sentimiento patrio


Jose Manuel García Margallo
Esta mañana oía al ex ministro de exteriores, el ilustrísimo Jose Manuel García-Margallo, hacer balance del resultado electoral en Cataluña (diciembre del 17) y, concretamente, del estrepitoso fracaso obtenido por el Partido Popular tras la aplicación del 155. 

Puntualizo, con total honestidad y a modo de inciso, que servidor tiene en alta estima al dirigente popular; a todas luces, de los más rebelde, valiente y culto del partido conservador/tradicionalista/pseudo-liberal (desde la reconversión de AP a PP) y/o democristiano en el que ha trabajado en los últimos años, pese a que nuestros posicionamientos políticos no están precisamente a renglón seguido.

Pero lo que ha llamado poderosamente mi atención ha sido la receta dispensada por el exministro para curar la fractura de la sociedad civil catalana, puesto que se asienta en la pedagogia y la educación: esto es, fortalecimiento de los valores cívicos y fomento del sentimiento de identidad o pertenencia a la nación. Teniendo en cuenta que la formación de preferencias políticas y los valores se adquieren en primer término en la familia y la escuela, ¿cómo es posible lograr esto? Huelga decir que esta declaración me ha generado cierta suspicacia, en tanto y en cuanto fue el mismo Partido Popular el que sacó uñas con aquella propuesta socialista de Educación para la Ciudadanía, como si se tratara de una suerte de conjuro destinada a manipular las mentes de los plebeyos. ¿Cuántas leyes de educación han existido en los últimos 30 años como para generar consenso? ¿Acaso no se ha convertido cada política pública en una oportunidad de sorpasso? 

Habría que ser un iluso si uno piensa que esta medida es plausible (aunque habría que intentarlo). Si en el resto de España todavía existe la fractura sobre el peso específico de la asignatura de religión en nuestros currículo, cómo vamos a ponernos de acuerdo para emprender una batería de medidas concretas en la línea de lo expresado por García Margallo. Sobre todo, y diagnósticos y relatos los hay y variados, porque todavía nos pesa el complejo y la vergüenza de la dictadura franquista para cerrar heridas y mirar al frente sin culpas y siempre hubo más miserias que felicidad en las conclusiones que debieron ayudar a construir un relato de Nación. 

¿Qué somos?

Fuente de la fotografía: Wikipedia.