Desde luego, permítame lector, sería justo iniciar este artículo advirtiendo que, sin tapujos y sin vergüenzas, estoy atrapado en un silogismo asfixiante. Sigue así: no escribo porque apenas alcanzo difusión, y si no escribo, jamás tendré difusión. Por tanto, no tengo difusión porque no escribo. Creo que está bien formulado y no he metido la pata; no obstante, ya habrá alguno (o alguna, por más que pese este lenguaje administrativo o políticamente correcto) que me lo recuerde y me ayude a subsanar el error, lo que conlleva a una fe de erratas, ¿no? Mientras tanto, pregunto, ¿cómo habría de actuar para romper este círculo vicioso que no es más que lo que añora todo bloguero, escritor o artista/artesano en general?
Entrando en materia y dado que llevo meses sin subir ningún post sobre el tema que me concierne, que no es otro que la Política, y sin perder detalle de la vorágine de pactos e idas y venidas entre partidos en estas dos votaciones de investidura, sentencio, sin ser juez pero sí poseedor -como cualquier ciudadano- de esta red social y la lógica subyacente en este mundo interconectado de catadura moral difusa, que el PSOE ha sabido revolverse de la pinza en la que andaba metido por azares del destino (o la transformación del voto en escaño por nuestro sistema electoral). Y es que los estrategas del partido, por lo menos, aquellos componentes de la ejecutiva federal y todo su séquito (ya me gustaría a mí oír la voz de barones y baronesa, esto es, las ejecutivas autonómicas), se han batido en cobre para, en una suerte de maña de judo, revolver al adversario y tensar las cuerdas internas y externas -electorado-, de Pablo Iglesias "el joven", que ya andaba elaborando propuestas y repartiendo butacones en los ministerios.
Lo que me ha llamado la atención en todo este proceso es que haya sido la segunda y cuarta fuerza política las figuras que más han apostado por la constitución de gobierno -al menos, las que han tenido boleto en este sorteo. Recordemos a ese Presidente en funciones y en rueda de prensa rechazando la petición, si es que hubo tal propuesta de la forma en que el resto de los mortales lo entendemos o si fue un artificio conjunto, del Jefe de Estado. PSOE y CS descabalgan, así sí, a un Podemos que en principio resultaba necesario para salvar el embrollo en que anda metido el Congreso de los Diputados (o Congreso a secas si prospera la propuesta de ley). Tampoco cuentan en este juego con el tipo de Génova, ése al que tratan de derribar desde el seno de su mismo partido, aunque en esto también contribuye la maniobra urdida por los estratega del Partido Socialista Obrero Español, que no había forma de burlar a barones y militantes sin una prosa clara (consulta a los afiliados) y formar un gobierno tildado de progresista.
Los primeros indicios apuntan a que habrá un gobierno de Centro-Derecha si vuelve a convocarse elecciones en Junio, unido esto al revuelo en las entrañas de Podemos y la posibilidad de que este partido ocupe el espacio de IU con intención de voto entre el 5 y 15% en unas nuevas elecciones (esto es, una fuerza marginal, con mucho que esta expresión guste poco o nada a algunos). Justifíquese como voto válido, de castigo por impedir desbancar al PP, etc.
Me pregunto entonces: ¿Tiene Podemos la llave del cambio aunque sin fuerzas alguna para la negociación o es todo un teatrillo de títeres para formar un gobierno de amplio espectro con objeto de salvar a La Patria?
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Felipe VI y Pedro Sánchez tras acuerdo sobre investidura |
Foto: EuropaPress.