martes, 13 de diciembre de 2016

Niño BUENO contra niño MALO


Antes de hablar de filosofía política y todo ese cuento chino en el que hoy verso este desmañado artículo, o apunte, o entrada o nota, déjeme darle un detalle que me llamó la atención en el día de ayer. Comenzó de la siguiente manera: su Exmo. Don Rafael Mayoral, diputado en Cortes por Madrid y Secretario de Relación de la Sociedad Civil y Movimientos Sociales de Podemos, apareció en pseudo-conferencia ayer tarde para dar cuenta (construir la narración) de los AMORÍOS entre los pesos pesados del partido; estos son, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón. Y es que el primero ha utilizado a los medios de comunicación -una vez más- para escribir una carta FRATERNAL al número dos del partido expresando su admiración, deseos de trabajar juntos y todos esos piropos que, desde el confort de nuestro hogar, difícilmente sabremos qué intención encubre (si las hubiera, obviamente).

Bien, hasta aquí, los ingredientes a cocinar en el artículo: amor, fraternidad, solidaridad, altavoz mediático y narrativa. Y en el fondo de todo esto, subyaciendo, un debate ontológico sobre el concepto mismo del ser humano. ¿Somos egoístas? ¿Solidarios? ¿Estamos diseñados para destruirnos o para colaborar en busca de la felicidad? En ausencia de leyes, ¿nos destruiríamos o seríamos capaces de convivir en una comunidad idílica? ¿Autoridad o fidelidad?
Plauto, en su obra Asinaria, dijo:
Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit
Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro.
Más de un milenio después, el pensador Thomas Hobbes (el Leviatán), hizo de esto una máxima para cimentar todo su pensamiento político como justificación del absolutismo. Liberales, conservadores, tradicionalistas y utilitaristas, con sus matices (porque de esto ha habido mucho en los últimos siglos), ampararon este concepto para desmadejarlo y acomodarlo a sus fines.

En el otro extremo del continuum hallamos toda una corriente de pensadores que ponen en cuestión este hilo anterior: pensadores generalmente de izquierda (desde anarquistas, comunistas o socialistas; Bakunim , Kropotkin o Engels) pasando por la religión de Cristo; y sí, hay vasos comunicantes entre el socialismo y el cristianismo a la hora de conceptualizar al individuo.

¿Qué dice la ciencia política al respecto? Pues resuelve de un plumazo: estamos hablando de Conceptos Esencialmente Discutibles. Esto es, sin visos de solución.

Ayer, Podemos, a través de sus actores, apelaban al debate ontológico para identificarse con su masa de votantes y simpatizantes con objeto de minimizar la gresca y construir un relato que hilara con el pensamiento izquierdista de los últimos siglos. Ponían sobre la mesa estos valores remarcando su constante agresión por el sistema capitalistas (recuérdese que en este partido, sobre todo la vertiente anti capitalista, está la denuncia sobre la mercantilización de las personas y el rigor competitivo entre ellas hasta la extenuación).

¿Cómo somos realmente? ¿Resolverá algún día la ciencia social esta cuestión? 

¿Niño bueno o niño malo?

Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias

viernes, 11 de marzo de 2016

Entre silogismos y reflexiones

Desde luego, permítame lector, sería justo iniciar este artículo advirtiendo que, sin tapujos y sin vergüenzas, estoy atrapado en un silogismo asfixiante. Sigue así: no escribo porque apenas alcanzo difusión, y si no escribo, jamás tendré difusión. Por tanto, no tengo difusión porque no escribo. Creo que está bien formulado y no he metido la pata; no obstante, ya habrá alguno (o alguna, por más que pese este lenguaje administrativo o políticamente correcto) que me lo recuerde y me ayude a subsanar el error, lo que conlleva a una fe de erratas, ¿no? Mientras tanto, pregunto, ¿cómo habría de actuar para romper este círculo vicioso que no es más que lo que añora todo bloguero, escritor o artista/artesano en general?

Entrando en materia y dado que llevo meses sin subir ningún post sobre el tema que me concierne, que no es otro que la Política, y sin perder detalle de la vorágine de pactos e idas y venidas entre partidos en estas dos votaciones de investidura, sentencio, sin ser juez pero sí poseedor -como cualquier ciudadano- de esta red social y la lógica subyacente en este mundo interconectado de catadura moral difusa, que el PSOE ha sabido revolverse de la pinza en la que andaba metido por azares del destino (o la transformación del voto en escaño por nuestro sistema electoral). Y es que los estrategas del partido, por lo menos, aquellos componentes de la ejecutiva federal y todo su séquito (ya me gustaría a mí oír la voz de barones y baronesa, esto es, las ejecutivas autonómicas), se han batido en cobre para, en una suerte de maña de judo, revolver al adversario y tensar las cuerdas internas y externas -electorado-, de Pablo Iglesias "el joven", que ya andaba elaborando propuestas y repartiendo butacones en los ministerios.

Lo que me ha llamado la atención en todo este proceso es que haya sido la segunda y cuarta fuerza política las figuras que más han apostado por la constitución de gobierno -al menos, las que han tenido boleto en este sorteo. Recordemos a ese Presidente en funciones y en rueda de prensa rechazando la petición, si es que hubo tal propuesta de la forma en que el resto de los mortales lo entendemos o si fue un artificio conjunto, del Jefe de Estado. PSOE y CS descabalgan, así sí, a un Podemos que en principio resultaba necesario para salvar el embrollo en que anda metido el Congreso de los Diputados (o Congreso a secas si prospera la propuesta de ley). Tampoco cuentan en este juego con el tipo de Génova, ése al que tratan de derribar desde el seno de su mismo partido, aunque en esto también contribuye la maniobra urdida por los estratega del Partido Socialista Obrero Español, que no había forma de burlar a barones y militantes sin una prosa clara (consulta a los afiliados) y formar un gobierno tildado de progresista.

Los primeros indicios apuntan a que habrá un gobierno de Centro-Derecha si vuelve a convocarse elecciones en Junio, unido esto al revuelo en las entrañas de Podemos y la posibilidad de que este partido ocupe el espacio de IU con intención de voto entre el 5 y 15% en unas nuevas elecciones (esto es, una fuerza marginal, con mucho que esta expresión guste poco o nada a algunos). Justifíquese como voto válido, de castigo por impedir desbancar al PP, etc.

Me pregunto entonces: ¿Tiene Podemos la llave del cambio aunque sin fuerzas alguna para la negociación o es todo un teatrillo de títeres para formar un gobierno de amplio espectro con objeto de salvar a La Patria?

Felipe VI y Pedro Sánchez tras acuerdo sobre investidura

Foto: EuropaPress.