Si prestáis atención de ahora en adelante, oirás (o
leerás) estas dos palabritas con frecuencia. Antonio Miguel Carmona (PSOE) o
Francisco Marhuenda (La Razón) lo han incorporado en sus discursos actuales. Pero,
¿sabes qué quieren decir? ¿Se esconde una fanfarronada tras este extranjerismo?
Déjame que te explique y luego tú concluyes:
¿De dónde
viene este concepto?
Este término proviene de los países anglosajones
(referencia obligada en el campo de la comunicación política) y no tiene
traducción exacta a nuestro idioma. Nos gustaría, pero no nos hemos inventado
nada. Para nada es descabellada esta procedencia, pues los americanos están a
la vanguardia en la comunicación política; así pues no será la primera ni la
última vez que miramos al otro lado del océano para estudiar política. Por
cierto, ¿sabéis que en la actualidad están probando conferencias con holograma?
Ahora imaginad a Rajoy en Madrid y proyectado en todas las capitales de
provincia. ¿Mola? Ufff.
Siempre hay un primero que lo pone en práctica, ¿no?
¿Quién fue el valiente?
El término fue acuñado en sustitución de asesor electoral durante la campaña del
candidato demócrata Bill Clinton (sí, el de… mal pensados), flanqueado por
equipos de asesores especializados en proyectar lo mejor del candidato. Y digo yo, así cualquiera es guapo, ¿verdad?
¿Son
todos estos profesionales iguales?
Pues no. Según los investigadores sociales podemos
dar con dos clases de Spin Doctor.
1) Aquellos que vienen de una carrera periodística (Alastair
Campbell, spin doctor de Tony Blair).
2) Aquellos que vienen de una carrera política (¿Zapatero, spin doctor de Pedro Sánchez?).
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El astrólogo y el spin doctor |
Y ahora al grano, ¿qué hacen? ¿Acaso los
candidatos no son los mejores en su especie?
Pues sí y no; a veces creo que ni el “sí”. Un
candidato es o debe ser un líder, no cabe discusión, pero sobretodo debe ser la
cara visible de un equipo humano con total dedicación. Concretamente, en todo
gabinete debería existir un especialista encargado en “Pulir el mensaje o
masajear el mensaje”. En palabra de Watts, “elaboran una versión adaptada
de un acontecimiento-noticia o de una decisión impopular”. Otro autor apostilla: “tienen la misión de asociar la puesta en movimiento de la opinión y la
ejecución del relato de los acontecimientos” (Evan
Cornog).
Entre otras funciones, para llevar a cabo esta tarea
habría que manipular con “piel” los medios de comunicación (aunque éstos no son
corderitos ¡eh!, ya que han convertido la política en un negocio lucrativo). En
otro momento hablaremos de esto. Volviendo al Spin doctor, añadir que actúan en
el frontispicio del sistema de la política con la esfera de la comunicación. Recomendado
para todo líder que quiera combinar una imagen fuerte y convincente. En
cristiano: estudian encuestas de opinión, sondeo de votos y todo lo que llegan
a sus manos para adaptar el discurso político al tímpano del elector sin que
les chirríe, sin olvidar qué canales se adaptan mejor a la narrativa política,
esto es, para que les votemos o, en caso de ser gobernantes, puedan implantar
políticas públicas con la menor resistencia posible. Esto, si cabe, es crucial
en campaña electoral.
¿Qué me
aconsejarían si pusiese a mi servicio a uno de éstos?
Algunas consignas con las que te achucharán:
-El mensaje: Claro, conciso, positivo y optimista.
Nada de perogrulladas ni mensajes de mil minutos. De hecho, se ha puesto de
moda “el discurso Youtube”; nada de
excederse de 14 o 15 minutos.
-La imagen: Tira de ingenio en el inicio, sobre todo
con uno mismo. ¿Acaso no has oído nada de la desafección? ¡Lo primero es
relajar el ambiente, diantres! Segundo, nada de hurgarse la nariz (rechazo),
rascarse la cabeza (desasosiego), cruzar brazos y piernas (defensa) o tocarse
la cara (nerviosismo). Mirada en “V” buscando miradas cómplices que te
transmitan serenidad.
-El portavoz: Se necesita un buen ejército de
portavoces entrenados para entrevistas inmediatas tras la conferencia del
líder. ¡Ojo con lo que ficháis!
-Los amigos: esto no es muy diplomático, pero sucede,
oye, ¡qué quiere que les diga! Premia a periodistas
aliados con jugosas indiscreciones. ¿Qué tal darle información extra al amiguete de turno?
-Los adversarios: reacción inmediata y contundente
(incluso agresiva) a ataques políticos adversarios o medios de comunicación.
Desmienta, contradiga o difunde (ejem) datos negativos sobre los autores del
ataque. Tenga cuidado con esto que si se le va la mano o es práctica habitual
conseguirá aportar su migaja en la desafección ciudadana para con la política.
-Preparación: prepárate. Tras la ponencia más fresca
y espontánea se oculta horas de trabajo. Así que a improvisar a casa, que esto
de la mediatización es muy serio.
¿Pondrá usted un Spin Doctor en su campaña? Sea
serio, por favor.
Fuentes:
Enrico Franceschini (artículo en La República).
Watts, D. Political Communication Today.
GianPietro
Mazzoleni (La Comunicación Política).